¿Y tú… sabes disfrutar de la vida? Es el tema que vamos a platicar hoy, el término se llama “El saboreo” que es la capacidad de disfrutar las pequeñas cosas tan hermosas que nos ofrece la vida día a día.

Tener saboreo va a incrementar nuestras emociones positivas, lo cual se verá reflejado en una mayor percepción de nuestra felicidad, también nos va ayudar a apreciar lo positivo.

Cada una de estas estrategias te va a ayudar a que realmente incrementes el saboreo en tu vida. Debemos recordar que el amargado, amarga y el que es feliz hace felices a los que le rodean. Nuestra primer obligación como padres es tratar de ser felices para hacer hijos felices.

Norma Revilla

Para incrementar el saboreo, necesitamos cubrir 2 condiciones:

La primera es:

1. Vivir con lentitud. Vivimos en una sociedad en la cual hemos sido infectados por el virus de la prisa, lo primero que tenemos que hacer entonces es desacelerarnos, podemos recurrir a muchas estrategias como tener una agenda, organizar mejor nuestro tiempo y nuestras actividades, saber delegar y saber postergar cosas que no son tan importantes.

Hay que aprender a vivir con lentitud si es que queremos saborear de las cosas de la vida.

Y la segunda condición es:

2. Aprender a estar en el aquí y en el ahora. Hay un cuento zen en donde el alumno le pregunta a su maestro que hace para adquirir sabiduría, y el maestro le dice: “Es muy fácil, cuando como, como, cuando duermo, duermo”, esto significa que debemos dejar el piloto automático y ser más conscientes de cada una de las actividades que hacemos en cada momento. Hay muchas técnicas que nos pueden ayudar a estar en el aquí y en el ahora, en el presente, como el MindFullness por ejemplo.

Una vez cubiertas estas 2 condiciones, vamos a platicar sobre las estrategias…

La primera es:

1. Anticipa la experiencia. Esto es prepárala, imagínala, créala en tu mente.

La segunda estrategia es:

2. Saborea la experiencia. Vívela, sé consciente de cada una de las sensaciones que te proporciona, de los sentimientos que te causa.

La tercera estrategia es:

3. Expresa verbalmente la experiencia. Lo que sientes, lo que piensas, no hay nada más bonito que compartir una buena experiencia con alguien.

Y la última experiencia es:

4. Proponte de hacer tu lista cada día de recuerdos felices. Hazte el propósito de antes de irte a dormir, recordar un evento feliz y trata de revivir las sensaciones que te produjo.

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Pequeñas reflexiones para grandes familias