Ejercitarse en grupo no sólo trae beneficios físicos, sino también es el ingrediente secreto para completar la educación integral de cada persona. Aquí les explico por qué.
Hacer ejercicio con amigos, familiares o compañeros de trabajo o escuela, hace que cada integrante se motive y se exija mucho más, ya que además de sus objetivos individuales, existe un compromiso de alcanzar las metas colectivas. También se desarrollan diversas habilidades por la interacción con otros individuos, lo que culmina en la creación de buenos hábitos que sirven para todos los aspectos de la vida, he aquí algunos ejemplos:
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Orden y disciplina: Cuando se realizan ejercicios de grupo, se siguen reglas, se cumplen horarios, esto conlleva a ser responsable y disciplinado en la vida diaria.
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Alcanzar objetivos: Se puede hacer ejercicio por distintas metas, desde cumplir una dieta para bajar de peso, hasta ganar un campeonato. Lo mejor es que te deja la enseñanza de fijarte siempre objetivos y trabajar para alcanzarlos.
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Trabajo en equipo y liderazgo: Desarrolla la confianza en los demás, la capacidad de delegar funciones y de liderar. Estas cualidades siempre son necesarias en la escuela y en el trabajo.
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Convivencia y socialización: La facilidad para relacionarse con los demás abre muchas puertas en cualquier ámbito, y ejercitarse en grupo te lo permite ya que fomenta la unión y empatía.
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Vencer obstáculos: En el deporte no siempre se puede ser el primer lugar, pero cuando lo practicas en grupo, es mucho más fácil aprender a vencer miedos, reponerse a la derrota y por consiguiente crea la capacidad de vencer obstáculos en cualquier aspecto.
Estos son sólo algunos ejemplos de los beneficios que el deporte de grupo te da a largo plazo. Además de que siempre te permite pasarte un rato alegre y que al final de cuentas son pequeños momentos que se suman en la vida para ser una persona plena y feliz.
Desafortunadamente con todas estas ventajas, también se han presentado situaciones que ponen en riesgo a las personas que pudieran no tener las precauciones necesarias o la información pertinente.
Se llaman “Conductas de Riesgo” a todas aquellas acciones que de manera voluntaria o involuntaria, ponen en peligro a una persona y que pueden traer consecuencias nocivas en su vida.
Entre las conductas de riesgo que lamentablemente se están viviendo en la actualidad, de manera más frecuente en los adolescentes y jóvenes, podemos hablar del “Cutting” y del “Sexting”.
Pero, ¿qué son?
El “Cutting” lo practican con la finalidad de sentir alivio o placer momentáneo, haciéndose cortadas de una forma no tan profunda, pero sí lo suficiente para dejar marcas.
Puede convertirse en un hábito, por eso es importante mantenerse siempre al pendiente de lo que los adolescentes y jóvenes están haciendo. Es lamentable que esta práctica se esté convirtiendo en una moda entre los jóvenes, de tal forma que muchos de ellos lo publican en las redes sociales e invitan a otros a realizarla, como una solución a sus problemas.
También tenemos el ahora famoso “Sexting”, que es el envío de contenidos eróticos por medios electrónicos, en el que se hacen llegar imágenes, sonidos o mensajes, aunque no se sostienen relaciones sexuales. Esta práctica puede iniciar por curiosidad o coqueteo de manera “inocente”, pero puede tener consecuencias lamentables. Por desgracia, esta es una práctica de moda entre los jóvenes y cada vez más entre los adolescentes, quienes están en búsqueda de reconocimiento y aceptación. Muchas veces ellos creen que las imágenes que envían estarán seguras con la persona a quien la enviaron o en su “muro”.
Debemos enseñar y hacer conscientes a nuestros hijos de que, aquello que se sube a la red, se queda en la red. En la mayoría de los casos, cualquiera puede tener acceso a la información que tienen en las distintas “redes sociales”, podrían ser víctimas de chantajes, extorsión o pederastas, por lo tanto deben cuidar todo aquello que publican.
Afortunadamente podemos prevenir estas conductas de riesgo:
● Mantengamos siempre una sana comunicación con nuestros hijos.
● Estemos enterados de quiénes son sus amigos, tanto en la escuela como en las rede sociales.
● Seamos sus amigos en las redes sociales, respetando su privacidad en estos medios, para que ellos nos acepten y permitan que estemos al tanto de sus publicaciones.
● Hagamos sentir a nuestros hijos, personas amadas e importantes. Enseñemos a tomar decisiones adecuadas, aquellas que les hagan ser mejores personas.
● Eduquemos con el ejemplo, seamos padres asertivos y congruentes con lo que decimos, vemos, escuchamos y hacemos.
● Si lamentablemente nuestro hijo ha caído en alguna de estas conductas, tomemos muy en serio el problema, ¡es grave!, démosle la importancia y atención que merece. No juzguemos a nuestros hijos, escuchemos lo que les pasa y acudamos con un especialista, para que nos ayude a entender y resolverlo juntos.
