Cuando hablamos de pudor, generalmente nos vienen a la mente ideas de mojigatería, persona corta de criterio, recato excesivo, etc., nada más lejos de la realidad.  El PUDOR es la tendencia natural a proteger lo que pertenece a la intimidad personal para defenderla de toda intromisión inoportuna. Todos nos hemos sentido violentados cuando se hace del dominio público algo que sentíamos como íntimo. De ahí nace el concepto de amigos íntimos, aquéllos en los que podemos confiar cosas muy personales.

El ser humano es un ser de intimidades.  Para tener un desarrollo pleno, necesita contar con un espacio donde se viva la intimidad, en donde pueda mostrarse tal cual es. Este ambiente lo da por lo general la familia.

El pudor se vive en nuestra forma de vestir y en nuestra forma de hablar. El cuerpo expresa no únicamente el aspecto físico, sino sentimientos también. A través del cuerpo, podemos saber si una persona está alegre o triste observando la expresión de su cara, y es precisamente ésta y las manos las partes más expresivas de nuestro cuerpo. De ahí la importancia de cubrir aquellas partes que poco expresan sentimientos (senos o glúteos) y que pueden desviar la atención de los demás hacia esas partes, generando una despersonalización, para resaltar aquéllas que expresan al mundo lo que somos: rostro y manos. Y es donde el vestido adquiere importancia en vivir o no la virtud del pudor.

La manera de hablar también va a favorecer o no la vivencia del pudor. Una cosa es ser sinceros y otra muy distinta hablar de cosas personales de nosotros o de otros en lugares o con personas que nada tienen que ver con lo hablado.

Con el auge de las redes sociales y de los medios masivos de comunicación, hemos caído en el extremo de que hasta las cosas más personales se hacen del dominio público. Es importante que como padres rescatemos de nuevo el valor de esta virtud tan hermosa y necesaria en estos tiempos en los que se vale hablar de todo y decir lo que pensamos sin pasarlo por el filtro de la prudencia. Y tú, ¿procuras vivir en tu hogar con tu familia la virtud del pudor?